La Luna, nuestra realidad

La Luna es un campo de vibración que filtra la luz del Sol y convierte esta luz en calor. La Luna es húmeda y al calentarse esta humedad genera vida. Por lo tanto, la Luna es pasiva, porque se encarga de absorber y reflejar (proyectar). La absorción es lo que genera memoria y la proyección es lo que genera la realidad de los sentidos.

¿Por qué este medio virtual se asocia a nuestro satélite, que en el fondo es una piedra que gira alrededor de la tierra? porque es la que nos separa de las otras esferas y es la que define el espacio gracias al cual la vida es posible en la Tierra. Por lo tanto, asociamos simbólicamente a la Luna a todos los procesos de generación y de corrupción; la memoria, la percepción, la imaginación ... Y todo esto ocurre dentro de un medio que es capaz de absorber la información y proyectarla, y de esta manera generar la realidad que percibimos a través de los sentidos. Todas estas funciones son funciones inconscientes. Estas características y cualidades es un factor que es común a todos los seres vivos. Todos los seres vivos tienen un campo vibratorio a su alrededor que es análogo al campo de vibración de la Tierra. Son receptivos a los estímulos. Estos generan una respuesta orgánica, la cual es espontánea y por tanto, en la medida en que participan de la vida, participan de las características de la Luna: receptivos, sensibles y capaces de generar su respuesta en el medio. La realidad es la respuesta al estímulo que recibimos del medio.

La Luna es por tanto, el medio a través del cual todos los factores que se vinculan a la vida se mantienen conectados dentro del sistema que dibuja la Carta Natal. Es el factor por el que se transmite la información de la luz que se filtra a través de este medio. Es un sistema dinámico.

¿Qué son las estrellas del cielo? Son la luz que nos llega. No nos llega más luz de fuera que la de las estrellas. Si no hubiesen estrellas la Luna se enfriaría y nosotros nos moriríamos.

¿De dónde procede la mayor parte de la luz? De la estrella que llamamos Sol. El Sol es una estrella que gira en torno a sí misma, pero por encima de todo es el centro de un sistema que llamamos Sistema Solar. Y lo llamamos así porque el Sol no es una estrella únicamente. Es una estrella y un sistema. Todo lo que hay alrededor del Sol forma parte del Sol. Todos los planetas salieron del Sol y por lo tanto, todos tienen parte de su sustancia. Los planetas más pesados ​​son los que están más cerca del Sol y los planetas más ligeros son los que están por fuera. Esto significa que todos los elementos de este sistema están vinculados y están dispuestos en función de sus cualidades en esferas concéntricas que ordenan sus respectivas cualidades y que giran en ritmos regulares alrededor de esta estrella.

Los planetas más pesados ​​tienen ritmos más cortos y están más cerca del sol (Mercurio, Venus, la Tierra y Marte) y los planetas más ligeros tienen ciclos más largos y están más separados del Sol (Júpitern y Saturno). Por lo tanto, cada uno de los planetas habla de una calidad del sol que los antiguos asociaron a unas cualidades elementales (calor / frío, humedad / sequedad). Estas características no son propias de los planetas, sino respuestas del medio lunar respecto la luz filtrada que es emitida por estas estrellas.

La prueba de que las estrellas nos influyen es que cuando miramos al cielo las vemos en forma de luz. Es por eso que las llamamos errantes (errantes = planetas), es decir, las estrellas que observamos que se mueven por el cielo.

Nos influyen las estrellas no sólo por su brillo, sino también por las características de su movimiento. Es el movimiento lo que estimula las características del medio físico, que es la sustancia lunar. La manera en que se filtra la luz a través de la atmósfera (medio lunar) genera las diversas longitudes de onda que crean los colores, fenómeno físico que llamamos difracción de la luz. Cualquier tipo de información se transmite a través de vibración y a través de la luz.