VENUS Y MARTE, LA PULSIÓN DEL DESEO
- Stella Maris
- 26 oct 2019
- 6 Min. de lectura
Marte es un planeta instintivo, esta guiado por el poder de la pulsion, que esta sometida al principio del deseo.
Es un planeta cálido, seco, predominantemente seco. Por lo tanto, es mas dominante que extrovertido. Busca la dominación a través de la violencia y de la acción, destruyendo el obstáculo y transgrediendo los limites que impone la realidad. Es a través de Marte que el placer se vuelve transgresor y por lo tanto se vuelve en deseo. Es un deseo que nunca se ve satisfecho porque siempre necesita nutrirse de una base energética que es lo que representa Venus, el goce.
Marte es la necesidad del desequilibrio, porque quiere cambiar la realidad (Saturno) tratando de imponer su deseo en pos del placer (Venus). En todo esto influye el papel de la luna. La luna, nuestros sentimientos, busca seguridad y contención. Por eso Marte es su enemigo natural, porque busca destruir y crear el caos que produce el proceso de desarrollo en nuestras pautas instintivas.
Por lo tanto, si nosotros queremos soltar nuestras pulsiones y nuestros instintos debemos liberar a Marte para que penetre el caos en nuestras vidas y de esta manera los procesos de muerte, transformación, cambio y crecimiento.
Para entender los factores que caracterizan a Marte es importante ver en qué signos tiene su domicilio y donde halla su exaltación. De hecho, Marte vuelca sus virtudes hacia cualquier factor planetario que se encuentre en Escorpio o Aries, teniendo en cuenta que en Aries será explosivo, dominante e impulsivo, y en Escorpio será implosivo, concentrado, sólido y tratará de prevalecer vinculándose, es decir, de ser dominante en los vínculos.
Con lo cual, Marte en Aries será táctico, y en Escorpio será estratégico.
Si Marte en la sexualidad representa el deseo, frente a Venus que representa el placer, Marte nunca se verá satisfecho en el placer si el deseo no se renueva continuamente. Con lo cual lo que busca Marte por encima de todo es romper, regenerarse en el goce, no hallando nunca satisfacción ni saciedad en el placer, la paz o la concordia.
Venus, que representa el principio del placer, busca establecer vínculos, nexos y armonía. Es decir, unión.
Marte busca lo contrario; División, alimentar los apetitos, necesita la discordia, la tensión y la destrucción del vínculo para favorecer su regeneración.
El factor sexual, que significa corte, sección, que significa herida, cisión o división, se ejecuta a partir del poder penetrante y la virtud cortante que tiene el deseo incontenible y eternamente renovado. Cuando se establece el vinculo lo hace a través de la luna y lo convierte en rutina porque lo vincula a la memoria y a las pautas inconscientes heredadas. Entonces lo que se forma en ese proceso de endurecimiento y consolidación de esta memoria es una realidad limitante (Saturno) que al final resiente el goce, significado por Venus. Se dispara la agresividad porque es la reacción al limite, que es una realidad que niega el placer. Esta tensión es la que dispara el deseo, la pulsión reprimida, a través de la discordia y la destrucción. Por eso tan a menudo cuando las relaciones se vuelven armónicas y rutinarias surge la violencia. A través del sexo rompemos con las pautas rutinarias. Con la destrucción, la guerra y la discordia. Con lo cual tenemos que Marte representa la transgresión y la destrucción de las pautas limitantes establecidas por Saturno.
MARTE SE EXALTA EN EL DOMICILIO DE SATURNO, ES DECIR, MARTE SE EXALTA EN EL SIGNO DE CAPRICORNIO
En el signo de Capricornio Marte no pierde su poder dominante, con lo cual según su tendencia natural, predominantemente seca, lo que encuentra en el signo de Capricornio es establecer una capacidad más acentuada de hacer prevalecer su dominio, pero siendo un signo frio, lo hace de una manera implícita y en virtud de su ritmo cardinal orientada a un propósito definido. Digamos que la recepción en Capricornio de Marte por parte de Saturno confiere unos márgenes a través de los cuales Marte se vuelve muy eficaz en el logro y la adquisición del placer.
VENUS Y EL HOMBRE
Marte es la figura tradicionalmente asociada al principio masculino. En general la figura masculina suele estar asociada a la presencia del Sol. Por encima de todo lo que representa la acción orientada, vectorial, persecutora y consolidadora es la expresión solar cuando está dominada por el instinto. Con lo cual el principio marcial es un arquetipo asociado a la adquisición, la conquista, la voluntad de protección de lo obtenido y el requerimiento de provisión. Ese principio es un principio vinculado a las necesidades intrínsecas de supervivencia y a la voluntad y necesidad que esta presente en el principio solar de engendrar y de portar la iniciativa.
Marte es un principio planetario arquetípico presente y expresivo en todos los cuadros natales, horarios o de eventos y figura como un principio tan eficaz y dominante en una carta masculina como en una carta femenina. Simplemente, en una carta femenina las condiciones culturales y ambientales hacen que la pulsión y el deseo se conviertan en un factor subordinado a la obtención y a la necesidad el goce.
En la carta del hombre, el principio masculino se asocia a la capacidad de obtención y de proyección que necesariamente halla inspiración en el principio femenino, también presente en su carta, significado por su arquetípico complementario, que es la fuerza de atracción, de satisfacción, de apreciación sensorial de los matices y de comprensión mental del vínculo.
La figura de Marte, como indicábamos anteriormente, está comprometida con la necesidad de romper las rutinas y de satisfacer la demanda de los sentidos, proyectada en su factor complementario femenino, que es el principio significado por Venus.
En la comprensión de los factores arquetípicos fundamentales, el sol y la Luna representan la necesaria polaridad entre el factor generador y el factor de la concepción representados por el Sol y Venus. El espíritu que inspira y el alma irracional inconsciente que a partir de ese principio generador constituye desde la sustancia de su cuerpo la realidad perceptible por lo sentidos.
Pero en ese factor entrelazado existe el principio del cuerpo, que de alguna manera ancla el vínculo entre el pneuma y la psique. El pneuma solar y la psique lunar. Ese principio que ancla y que posibilita la aparición de la materia informada es Saturno, que representa los límites y el principio de realidad. La relación que se da entre el espíritu y el principio de realidad genera la pulsión de conquista y el impulso guerrero orientado a penetrar los obstáculos y superar los límites, mientras que de la relación entre la psique y ese principio de realidad que señala los límites se establece un vínculo que se corresponde con el principio del placer, el gozo, del solaz, del confort, la comodidad y el disfrute de los sentidos, representado por el principio civilizatorio que se expresa en el goce y el éxtasis significados por Venus.
Con lo cual tenemos que Saturno, el principio de realidad, establece una rígida estructura que en el seno de cada individuo, disocia los términos de una polaridad. Con los cuales encontramos en cada persona un principio adquisitivo, deseoso y conquistador, dotado de capacidad, de decisión, y de ruptura, que es Marte, y un principio capaz de refinamiento, goce sensual, voluptuosidad, satisfacción física, intelectual y espiritual. El paladeo de las delicias representado por la figura de Venus.
Es el principio de división es el que destruye el goce armónico, generando el proceso de desgarro asociado al disfrute del orgasmo y la sensación de éxtasis, que se opera en la sustancia lunar y significa el principio arquetípico lunar.
En el principio lunar arquetípico sexualmente indiferenciado, pero asociado a la receptividad y a la sensibilidad como un principio infantil, se da el proceso de maduración a través de la confrontación con las fronteras de la realidad, plenamente formado del principio femenino adulto. Éste principio, como ya sabemos, es representado por la capacidad de atención, encanto y negociación significado por Venus.
Con lo cual, tenemos condensado en Venus el principio del PODER, mientras que presenciamos en la expresión de Marte la vectorialización o la impulsión de ese poder expresado como FUERZA y como principio de movilidad.
Venus representa la cohesión y la plenitud del círculo, mientras que Marte representa la dirección y la rectitud de la linia, que divide, corta y proyecta el poder. Siendo ambos la expresión más plena de la voluntad implícita en el espíritu, que genera o impregna la realidad representada por la Luna, generadora de sentido.

Comments